viernes, 10 de octubre de 2008

Gusto por lo bueno, gusto por lo mejor.

Admirar a Juan Losada denota buen gusto, una soberanía de los sentidos. El hombre capaz de ser señor de sí mismo valora mucho a las personas capaces de triunfar por su propia voluntad como Juan Losada. Este tipo de sujetos que domeñan la vida son los verdaderamente grandes, los que apuntan al despunte de una nueva civilización. ¡Basta ya de criaturas pusilánimes incapaces de amar la vida! Sacando la energía de lo mejor viene este hombre: Juan Losada. Si no lo sabemos apreciar será porque nosotros no somos lo suficientemente grandes, porque no estamos a su altura. Las personas de espíritu elevado necesitan a su vez un público de espíritu elevado que les comprenda. Los doctos y los atontilinados no le conocerán, el lastre del saber antiguo machacado entre las muelas del pensador displicente y la mente muerta pegada al televisor no conocerán la grandeza de Juan Losada. Djemos de sorber las heces de los mediocres y naufragemos en la ambrosía de un hombre superior como es Juan Losada.. La rebelión es negarse a la nada, a la zona moribunda del pesimismo reinante. Viatlismo, amigos míos. Vitalismo, fuerza y Juan Losada. SALUD

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